sábado, 16 de mayo de 2009

TEST

TEST

1. ¿Estáis de acuerdo todos los miembros de la familia con la adquisición de una nueva mascota?

Toda la familia debe estar de acuerdo y contribuir al cuidado de la mascota en común. De lo contrario, corréis el riesgo de que en algún momento pueda quedar desatendida, o uno "culpe" a otro de las obligaciones que supone.

Una mascota no es un capricho temporal. Es una responsabilidad permanente que dura toda su vida. Vais a convivir con ella durante hasta 16-18 años, y es necesario que encaje perfectamente dentro de tu familia. Es devastador para un animal ser abandonado, alejado de todo aquello que conoce y quiere, de su familia. La desolación, la desorientación, el pánico, la tristeza los invaden al sentirse abandonados, por ello es tan importante ser consciente de lo que implica adquirir uno.

2. ¿Sabes cuánto tiempo necesitarás dedicar a tu mascota?

Tu mascota requiere atención diaria: alimentación, paseo, higiene, trato personal.

Con respecto a los paseos diarios la recomendación es que sean tres como mínimo, repartidos en dos veces de media hora y una de una hora, entre otras cosas, como medio para evitar que el aburrimiento y soledad del perro lo lleven a destruir objetos en casa o a expresar su frustración con ladridos por ejemplo.

3. El lugar donde pasas tus vacaciones no admite animales:

Las mascotas son admitidas cada vez más en todas partes. Aun así, si no te es posible compartir tus vacaciones con tu mascota, no lo dejes a la improvisación: prepara debidamente también sus vacaciones, en una residencia en condiciones o con alguien responsable que se ocupe de él.

Si tu mascota procede de un refugio es extremadamente importante que conozca el lugar y se acostumbre a él y a su personal con antelación suficiente. Ha sido abandonada antes, y la experiencia puede ser muy negativa.

Recuerda añadir sus vacaciones a tu presupuesto, y por qué no: plantéate un posible cambio de destino donde podáis disfrutar de un tiempo juntos.

4. ¿Sabes cuánto te cuesta tu mascota?

El coste de una mascota va mucho más allá de su adquisición.

Piensa en esta lista: alimentación, desparasitación (recomendado cada tres o cuatro meses), vacunación (anualmente), veterinario y medicación, educación, preparación de su entorno, reparación de algún desaguisado, adecuación de tu vehículo, seguro.

5. ¿Dispones de espacio suficiente para la mascota que has elegido? ¿Con ventilación y luz natural? ¿Con cobijo adecuado a tu clima?

Ante todo, escoge la mascota adecuada a tu espacio vital. Tu mascota deberá disfrutar de espacio y luz natural, y agua siempre a su disposición.

En el exterior siempre deberá disponer de una caseta amplia y aislada del suelo, y sombra abundante más allá de su caseta. Nunca se debe dejar un animal atado permanentemente, ni tampoco temporalmente sin vigilancia de su propietario.

6. ¿Le darás de comer de forma adecuada?

Según tamaño y edad, tu mascota necesitará comer una o más veces al día. Para una buena alimentación, opta por un buen pienso: es la opción más equilibrada y práctica para tu mascota.

El agua debe ser limpia y abundante y renovarse a diario.

7. ¿Sabes cuánto tiempo deberás dedicar a su higiene y cepillado? ¿Estás dispuesto a dedicar todo el tiempo que sea necesario?

Aunque tenga el pelo corto, tu mascota exigirá algo de atención y mantenimiento por lo menos 1-2 veces por semana. Los animales de pelo largo requieren más atención en el cepillado.

Deberás recoger y limpiar sus excrementos en la calle. Además, deberás limpiar sus escudillas de agua y comida, y regularmente, su cama. También puede necesitar limpieza de ojos y oídos, y un baño de vez en cuando.

Ocasionalmente tu casa puede ser invadida por el pelo de tu mascota; piensa si estás dispuesto a invertir un esfuerzo extra de limpieza para eliminarlos.

8. ¿Le sacarás a paseo cuantas veces sea necesario y permitirás que haga ejercicio a diario? ¿haga frío o calor? ¿sol o lluvia?

Sé sincero contigo mismo acerca de tus hábitos de vida. Valora bien de cuánto tiempo dispones para pasear y hacer ejercicio.

Si prefieres la vida sedentaria y tranquila o dispones de poco tiempo libre, elige una mascota que exija poca actividad, y preferiblemente renuncia a educar un cachorro.

Si te gusta trasnochar y no dispones de un pipi-can alternativo, plantéate que deberás madrugar para pasear a tu mascota. Si no dispones de mucho espacio o tiempo, piensa en una raza pequeña o tal vez mejor, en un gato.

9. ¿Te ocuparás de educarle para que obedezca a las órdenes más elementales?

Por el bien de vuestra convivencia y la convivencia con los demás, es importante que tu mascota aprenda unas normas básicas de comportamiento.

Para empezar, deberá acostumbrarse al contacto con otras personas y con otros animales, sin mostrar miedo ni agresividad. Debe estar a tu lado, y quedarse quieto cuando se lo pidas.

Deberá aprender a acudir cuando le llames, esto es esencial de cara a su seguridad y tu tranquilidad.

10. ¿Estás dispuesto a soportar pacientemente posibles fechorías o destrozos sin enfadarte ni maltratarle?

Ten en cuenta que tu mascota valora tus pertenencias, pero no como tú lo haces.

A lo largo de vuestra convivencia ten por seguro que ocasionará algún destrozo, como masticar tu abrigo nuevo, robarte un suculento bocadillo de encima de la mesa, o insistir en cavar un hoyo en el mejor macizo de flores del jardín.

Conclusión

¿Te han hecho reflexionar estas preguntas? ¡Ojalá!

Si has respondido afirmativamente a todas las preguntas y no han surgido dudas, ¡enhorabuena! ya eres consciente de qué supone adoptar una mascota.

Si, por lo contrario, has tenido que pensar dos veces alguna respuesta o no has encontrado alguna solución piénsatelo una vez más.